La sociedad posindustrial
“Sociedad tecnotrónica”, es una fase avanzada de la hasta ahora denominada “sociedad posindustrial”, aquella en la que el impacto de la ciencia y de la tecnología sobre el hombre y su sociedad, se esta convirtiendo en la principal fuente del cambio contemporáneo.
En la sociedad tecnotrónica el conocimiento científico y técnico no solo aumenta la capacidad de producción sino que rebasa rápidamente para influir de modo directo en casi todos los aspectos de la vida. La era tecnotrónica es, el reino del calculo y de las comunicaciones.
El advenimiento de esta era, se apoya en la existencia de tres descubrimientos básicos: la carrera espacial, la física nuclear y la televisión. Por lo que supone, una sociedad global, que ya es capaz de trascender los límites de su planeta, que posee una nueva y revolucionaria fuente de energía y poder (la nuclear) y que puede comunicarse instantáneamente a distancia.
Un pensador inquietante: Marshall McLuhan
El punto de partida de este autor se basa en una concepción del desarrollo tecnológico como “medio” que procura una extensión de la corporalidad, que establece una real prolongación de los sentidos.
La actual época electrónica constituye el fin de la era mecánica. Característico de esta era, es el predominio de la información y de los medios “fríos”. Según McLuhan, el medio caliente es aquel que extiende un solo sentido (la escritura, la imprenta, el arte representativo) y el medio frío, por el contrario, es el que extiende todos los sentidos, sus mensajes se dan más como proceso que como producto, y de forma simultánea y plural antes que lineal (televisión).
Nuevas tecnologías de la comunicación: impactos y cambios sociales
Toda tecnología implica una extensión de alguna parte del cuerpo humano. Pero como lo advirtió McLuhan, los progresos habidos en el campo de las telecomunicaciones y de la informática superan en extensión y hondura los cambios originados por invenciones y descubrimientos como la agricultura, la imprenta o la máquina de vapor.
Es que ya no se trata de la extensión de una parte cualquiera de nuestro cuerpo, sino que estas nuevas tecnologías constituyen una prolongación de nuestro sistema nervioso central.
· La nueva estratificación social: las nuevas tecnologías conllevan la crisis de los modelos fondistas y tayloristas de producción. Al quedar la producción cada vez en “manos” de la máquina, no resulta tan importante el productor como el consumidor. Por ende, lo que habrá de definir la ubicación del individuo en la pirámide social no será cuánto tiene sino cuánto gasta.
En una sociedad hipercomunicada o hiperinformada, el más apto para tomar la decisión correcta es aquel que no solo dispone de la información pertinente, sino que además sabe ordenarla y procesarla adecuadamente.
La constante reducción d los precios de los artefactos informáticos y telecomunicacionales, va permitiendo que la mayoría de la población pueda acceder a los mismos, en forma directa o indirecta, pero la mayoría no es la totalidad, ¿qué pasará con los desclasados que queden al margen del sistema súper informado?
(Hernando Claudia. La tecnología. Sus impactos en la educación y en la sociedad contemporánea. Antología II. Buenos Aires. Editorial Plus Ultra. 1996)